EL RIESGO DE ESTAR OBESO

IGNACIO MARURI | Cirujano en el Chuvi y en VigoLap

«El riesgo de estar obeso es mayor que el de operarse y es mejor hacerlo cuanto antes»

El doctor es el primer gallego en ser aceptado por la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica – «Estando en los mejores colectivos científicos del mundo es como se está al día» A. Blasco 

«El riesgo de estar obeso es mayor que el de operarse y es mejor hacerlo cuanto antes»

Cuando hacía su residencia en el Meixoeiro, en 1997, realizaron la primera cirugía bariátrica con técnicas modernas de Galicia.

Desde entonces y junto a la doctora Isabel Otero, con la que opera en el Chuvi y en VigoLap, han llevado a cabo más de un millar de operaciones de obesidad mórbida.

Considera fundamental estar en sociedades científicas para tener acceso a la experiencia de otros y poder ofrecer así la mejor atención.

Le acaba de aceptar la sociedad americana.

Es el primero gallego que lo consigue. 

-¿ Qué supone la aceptación por parte de esta sociedad ?

-Es un orgullo y un reconocimiento a tantos años de trabajo y tantos pacientes operados, junto con la doctora Otero, que formamos un equipo. 

 ¿En la práctica, qué le reporta?

-Poder estar al día, en contacto con los colegas más informados y con más experiencia del mundo.

Es poder contar en Galicia con un equipo quirúrgico experto y con las máximas acreditaciones nacionales e internacionales.

Para nosotros es muy importante cara al paciente, porque la obesidad es una epidemia y en Galicia, más.

Según el Ministerio de Sanidad, es la primera comunidad con sobrepeso y la segunda, tras Asturias, con obesidad.

Y no solo eso: España es el segundo país europeo con obesidad infantil.

No queremos que esto se convierta en un EEUU.

Es una enfermedad importante y hay que atajarla desde el principio.

Queremos contar con los mejores medios, los mejores profesionales, los más informados? Y creemos que estando en las mejores sociedad científicas del mundo es cómo se está al día. 

-¿A qué cree que se debe que aquí tengamos una incidencia tan alta?

-A varios factores. Fundamentalmente a la alimentación, al sedentarismo y la falsa creencia de que un niño gordito es un niño sano. 

-¿En Galicia se cree más en eso?

-Puede ser.

El dato cierto es que es la segunda en obesidad.

La alimentación es buena, porque la dieta atlántica es buena.

Igual porque comer mucho se relaciona con salud.

Ahora vemos que la obesidad es el centro de muchas otras enfermedades.

Se relaciona con 14 tipos de cánceres.

Cada vez operamos más pacientes de cáncer obesos.

La pregunta es: ¿si no lo fueran, habrían desarrollado el cáncer? 

 También con el Covid-19

-Sí. Está publicado que los pacientes obesos tienen mucho mayor riesgo de complicarse si se contagian.

Según estudios recientes, la mayor parte de los pacientes críticos eran obesos.

Es un factor de riesgo por sí mismo, intrínseco de complicaciones y riesgo de mortalidad.

Abogamos porque la obesidad se trate y bien. 

 ¿Cómo ha evolucionado la cirugía bariátrica?

-Mucho, como toda la cirugía.

Se ha pasado de hacer unas técnicas que no eran las adecuadas a desarrollar otras con mucho mejor resultado y, además, se hacen por vía laparoscópica con mucho menos riesgo quirúrgico y dolor para el paciente.

Son mínimamente invasivas.

En manos de equipos expertos, el riesgo es el mismo que operar una vesícula y el de estar obeso es mucho mayor.

El único tratamiento efectivo que se conoce es la cirugía.

Se está operando a los adolescentes en EEUU.

Se está viendo que es mucho mejor de jóvenes: tienen menos problemas de fracaso escolar, psicológicos, de relación con otros chavales… 

 ¿Desde que edades operan?

-Ya hemos operado por debajo de 18 años.

Normalmente, de 16 o 17 años.

Mejor cuanto antes, no esperar a que uno se haga mayor, sea diabético, hipertenso, no pueda moverse? 

 ¿Cuánto tiempo se debe intentar bajar de peso con otros métodos antes de entrar en quirófano?

-A los pacientes se les ponen dietas y no es que no consigan bajar peso, el problema es conseguir mantener lo perdido.

Eso sí es un fracaso muy elevado: más del 90%.

Una vez que se intenta, no hay que darle muchas más vueltas, porque si no es una vida pegada a una dieta, una vida de sufrimiento que no deseo para nadie.

Antes el médico indicaba la operación después de mucha dieta.

Hoy, si sabemos que con la cirugía corres un riesgo mínimo y el resultado es fantástico, no hay que retrasarlo. 

 ¿Cuál era el peso del paciente con mayor obesidad que operó?

-240 kilos. 

 Eso es no moverse,¿no?

-No son vidas.

Hay pacientes que te llegan a la consulta y te dicen que prefieren morirse que seguir así.

Poder ofertarles algo, es una satisfacción tremenda.

A tres cuartas partes, les va bien y eso significa poder cambiar de vida, una que ni soñaban previamente.

Hay que intentar que llegue a la población, que sepan que lo pueden hacer y que les va a cambiar la vida.

Tuve una paciente que no salió en un año de casa, con 18.

Ahora tiene una vida feliz y está casada. 

 ¿Qué retos tiene esta cirugía?

-Operar a la mayor gente posible.

Está demostrado que, en Europa, la gente que llega a operarse para tratar la obesidad no llega ni al uno por ciento de los que debería.

Es una pandemia tremenda.

Causa más de 300.000 muertes prematuras anuales en el continente.

Acorta la vida un promedio de 10 años y tienen una calidad de vida peor.

El reto son dos: prevenir la obesidad y, a quien lo sea, operarlo cuanto antes.

Que tenga acceso tanto a través del sistema público como el privado.

Es tremendo el cambio a nivel social, personal y económico para el Estado, por los gastos de enfermedades asociadas, bajas laborales? 

 ¿Y cómo están en el Chuvi?

-Hemos operado bastante: una media de 150 al año, pero la cantidad de pacientes obesos es mucho mayor.

Todos los recursos que se puedan usar a nivel público y privado son necesarios para evitar esta pandemia. 

Hasta que se descubrió el Omeprazol, las úlceras de estómago se operaban mucho más.

En la década de los 50, al quitarles un trozo de estómago a estos pacientes, «se dieron cuenta que adelgazaban», explica el doctor Maruri.

Empezaron a usar esta técnica restrictiva para combatir la obesidad.

El problema es que, al cabo de un tiempo, volvían a engordar.

Entonces, pensaron en provocar una mala absorción cogiendo el intestino y llevándolo casi hasta el colon.

«Lo que comes, prácticamente sin digerirlo, lo eliminas en las heces», explica.

Son técnicas malabsortivas.

Pero en algunos la desnutrición era tal que fallecían.

«Todo eso deriva en hacer técnicas mixtas, que mezclan ambas. Son las mejores que hay», resalta. 

La primera operación de obesidad mórbida que hizo el Meixoeiro fue con estas técnicas mixtas.

Era el primer hospital gallego en utilizarlas.

La introdujo el ex jefe de servicio de Cirugía General, Enrique Casal. Era 1997 y el doctor Maruri realizaba allí su especialización.

Recorrieron el mundo formándose con los mejores expertos.

Luego llegó la laparoscopia, para operar sin abrir al paciente, y, ahora, las operaciones personalizada: se usan algoritmos para calcular cual es la mejor para cada paciente.

«Tienes que saber qué hacer y cómo aplicar a cada paciente y eso te lo da la experiencia y ahí viene muy bien ser de una sociedad científica para ver lo que hacen otros y aportar también tú».

Septiembre 2020

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